¡Por fin es viernes! Y aunque la salida está programada para el sábado algunos mulhaceneros nos acercamos esa misma tarde a Villanueva del Trabuco para asegurarnos de que el monte y las vías de escalada siguen allí... bueno, para eso y para tomar algún vino que otro y disfrutar de una noche al aire libre en un entorno tan espectacular.

 

Llega el sábado por la mañana y entre sonidos de pajarillos y las voces de algún cabrero nos vamos desperezando, que los que faltan no pueden tardar en llegar y aún tenemos que desayunar. Una vez reunidos todos, arreando con todo el material hacia el primer sector que vamos a visitar ese día, precioso, y además asegurando a la sombrita que se nota que el sol pega. Pues ya saben ustedes como es esto, que unos suben y otros aseguran y luego al revés, y luego pues al revés otra vez. Alguno consiguió abrir un 6a por primera vez y se fue tan contento, alguno mas decidió no escalar para dedicarse a ayudar a los que todavía tienen mucho que aprender, acción mas que honorable. Y andando el tiempo se nos acabó la mañana y con ella el agua, que entre el calor, los perros y un muchachito al que le dio por usarla para peinarse en vez de para beber no nos duró nada, así que exprimimos las últimas vías y corriendo a por esas cervecitas que en este momento, junto a la comilona es lo que mas apetece.

Tras la comida y su correspondiente reposo, algunos se van y nos quedamos otra vez los mismos del viernes, así que decidimos probar un sector diferente para apurar la tarde de escalada, pero entre el cansancio y que el calor no daba tregua, poco pudimos sacar de aquí esta vez. La tarde quedó un poco enturbiada además al enterarnos del accidente de Antonio y Eduardo, que al no tener información clara nos dejó bastante preocupados... ¡mucho ánimo!

Entre unas cosas y otras se nos echó la noche encima, y ahora toca entregarse a otros placeres, que no todo va a ser cansado. Al día siguiente y junto a algunos mas que se apuntaron para la ocasión, decidimos probar el parque arbóreo que se han currado allí mismo, y que ya nos dejó con la miel en los labios en una visita anterior, así que no podíamos irnos sin disfrutarlo. Para terminar el fin de semana, cervezas y tapas en una venta del pueblo, que sin duda es parada obligada... Y poco mas queda que volver a casa y preparar la siguiente, que esperemos llegue lo antes posible. Saludos y hasta pronto!

Hector