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CRÓNICA DEL ASCENSO AL CISNE

El domingo 26 de Marzo ascendimos al pico del Cisne (1486 mts) disfrutando de otro capítulo del ciclo almijárico, organizado y dirigido con apasionado rigor por Mariló, que, cual Dorotea cervantina,

nos fue relatando algunas historias de las gentes de estas sierras; como la del acebuchareño Aurelio “ el obispo”, o la del arriero Antonio, que en tantas ocasiones cruzara los puertos de Frigiliana o Cómpeta en el Camino Real de Granada. Éstas y otras historias, que Mariló viene publicando en el diario digital Alhama.com, fueron transfomando el duro caminar por esta áspera serranía en una experiencia sugestiva e inolvidable. Nuestro más sincero agradecimiento.

Los prolegómenos de la aventura comienzan a las 8'30 en Granada, de donde partimos en tres vehículos rumbo a la Axarquía Malagueña. Conducen Manuel, Carmen y Mari Ángeles, dirige Mariló; acompañamos Esther, Conchi, Enrique, Ana, Javier y Cristina, Ana Crespo y el que escribe.

Transcurrida una hora, abandonamos la A.7/ E.15, Autovía del Mediterráneo en la salida 292, bajando, en una rotonda a la entrada de Frigiliana, hacia un parquing, tras el que se indica la dirección de El Acebuchal y la entrada al Parque Natural, nombrada en esta zona como “Puerta Verde Torrox- Frigiliana, Sierra Almijara”.

Reagrupados, tomamos un carril estrecho asfaltado, que pronto se convierte en pista terrera, que nos conduce a la aldea- poblado de El Acebuchal. Fundada en 1569, según datos históricos, por los moriscos huidos de la batalla de el Peñón de Frigiliana, sufrió varios abandonos en el siglo anterior; forzosa el del año 1946. En la actualidad, ha sido restaurada por nuevos y antiguos vecinos, luciendo como puerta de entrada al Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama (1999).

Dentro del poblado, aparcamos los coches junto a la Ermita de San Antón, y ya preparados, caminamos hacia la entrada de la aldea, donde, tras un panel informativo, se inicia el sendero, que coincide con el cauce seco del Arroyo de El Acebuchal. Comenzamos a caminar sobre las 10’30, imponiendo Mariló un ritmo fuerte, que ¡frescos! , todos seguimos, para ir superando con presteza este primer tramo de ramblillas y senderos pedregosos. La vegetación cercana: adelfas, rosales silvestres, retamas o gayombas es rala, y en el ribazo lateral aulagas, romeros o jaras acompañan a los pinos carrascos de repoblación.

Interceptamos el camino por primera vez, nos “aligeramos” de ropa y seguimos subiendo por el escarpado sendero, que de nuevo alcanza la pista cerca de la Venta de Jaro o Cebollero. Frente al lienzo en pie, Mariló nos cuenta que esta venta, junto a otras, como la de Panaderos ( más cerca del puerto) dieron servicio a arrieros, labriegos, pastores, cabreros, resineros... desde el s.XVIII hasta la postguerra, cuando la inseguridad, provocada por los enfrentamientos entre los Maquis y la Guardia Civil, motivaron su cierre, y el abandono de esta tradicional vía de intercambio y comunicación entre la Costa Malagueña y Granada. Por el contrario, iniciativas como la de Mariló “reabren” el Camino Real de Granada, transitado hoy por senderistas. Proseguimos, y apenas 200 metros después, en una encrucijada de caminos, obviamos el de la izquierda ( hacia Cómpeta), tomando el de la derecha, que se transmuta en un sendero pino, que hacia las 11’55 nos encarama en el Collado Blanquillo; ventana incomparable ante un marco natural de fantasía alpina.

Se alzan hacia el norte las agujas de el Colmenar de Camacho, pero destacándose Lucero (1779mts) y Lucerillo. Entre ambos, la Colada de los Mosquitos, escaparon de la muerte segura los últimos Maquis, como el frigilianense Enrique, “Fermín el guerrillero”,cuenta Mariló.

Como el lugar lo merece, y frente a nosotros se ierge enhiesto y aun lejano el Pico del Cisne o de Dos Hermanas (1484mts) paramos un breve lapso para “recuperar el fuelle”. Hacia el Mar el Cisne se prolonga en la Sierra de Enmedio, que flanqean El Cerro de los Monederos y más abajo el Fuerte, por donde baja embarrancado desde el Lucero el río Higuerón. En sus aguas someras y vivaces nos refrescamos después de reiniciada la marcha y descender a su encuentro por este “ Camino Real” que dibuja después, entre el rumor de los arroyos, varias curvas, hasta que lo abandonamos en el paraje de “el Carrascal”, junto a la balsa y el helipuerto del plan infoca. Allí, marcado con hitos de piedra, nace el empinadísimo sendero, que salvando 650 metros, nos conducirá a la cumbre del Cisne. Gracias a las amenas historias que va contando Mariló y el vivo diágogo, superamos ¡sin pena! una primera parte larga. Acaba ésta, en una pequeña meseta sobre el barranco del río Higuerón, con vistas al mar, frente a la afilada aguja del Cisne, donde nos reagrupamos. Hacia el oeste asoma La Maroma (2068mts), máxima altura del Parque, detrás del Colmenar de Camacho y Cresta de los Civiles, “acompañándonos” hacia el norte El Lucero. Abordamos, a continuación, el segundo tramo de ascenso, “escorándonos” hacia la izquierda, con objeto de alcanzar el Collado de Dos Hermanas, que hollamos un primer grupo sobre las dos. La cumbre nos espera a tan solo 25 minutos, pero, como el paraje se nos antoja ¡casi acogedor! , para almorzar, resguardados del furioso viento que azota la cúspide rocosa, ¡y con inmejorables vistas!, dejamos la cima para postre y sobremesa. Mariló nos va enseñando “sus” montañas preferidas destacándose hacia el este el Navachica (1831mts), el Almendrón (1513mts), o el Cielo (1508mts), más al norte la Cadena (1645mts) y hacia el oeste los citados Cresta de los Civiles y Colmenar de Camacho, perfilándose tras la Loma de Daire, La Maroma (2068mts).

Tras el almuerzo atacamos la cima con bríos renovados, subiendo, primeramente, por una senda cabrera que acaba en un breve explanada, entre los dos picos más altos. Antes visitamos una cueva con increibles vistas, refugio de Maquis y pastores. A continuación, trepamos por un mar de rocas y pisamos ¡por fin¡la estrecha cima, sobre las tres de la tarde. Las panorámicas de la Axarquía Malagueña, con el horizonte del Mar Mediterráneo y sobre el descrito fondo de la sierra, compensan todo el esfuerzo realizado. Muy felices, dejamos nuestro saludo en el buzón montañero, instalado por el Grupo Senderista Manganillos de Vélez- Málaga, nos hacemos las últimas fotos de grupo y comenzamos el descenso sobre las 3'20 aproximadamente.

Bajamos de nuevo al Collado de Dos Hermanas, comenzando un descenso “eterno”, primero hasta la mesetilla frente al Cisne, y desde ésta, al Camino Real, junto a la balsa y helipuerto del Infoca. Continuamos un trecho corto hasta el Río Higuerón, donde algunos “castigan” con crioterapia sus abrasados pies, y volvemos a subir al Collado Blanquillo, donde sobre las 17'50, nos despedimos ¡cautivados por su encanto!, del Cisne. Desde aquí desandamos otro tramo hasta la Venta Cebollero, solitaria y ruinosa donde comienza el sendero, junto al cauce del Arroyo de El Acebuchar. Nos conduce, sin más novedad que el descubrimiento de varias “caleras”, que pasaron desapercibidas por la mañana, a la aldea. Hacia las 6’30, por una ramblilla más alta, tras 8 horas, 19 kms y 1475 metros de duro ascenso, entramos en El Acebuchal, buscando con anhelo ¡una cerveza fría con tapa generosa!. Aunque el único bar abierto satisface nuestro “capricho” con unas cañas expres con patatitas de bolsa, poco nos importa, brindamos felices para cerrar esta jornada inolvidable.

 

VER REPORTAJE FOTOGRÁFICO COMPLETO.- AUTOR: Pablo Cano

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