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Gójar - Sierra de las Albuñuelas - Cuesta de la Humillación - La Guindalera - Molvizar - Playa Motril

Son las 7 en punto de una fresquita mañana de sábado. He quedado con mis amigos del Club Mulhacén para hacer una ruta tremendamente atractiva

 

A esa hora nos ponemos en marcha 22 ciclistas con unas inmensas ganas de completar una ruta que nos llevará hasta la playa de poniente en Motril.
Lamentablemente no tardan en aparecer los problemas y dos compañeros tienen que abandonar.

Con pedalada firme afrontamos la subida del puerto de las Albuñuelas y poco antes de la entrada del pueblo hacemos parada para agruparnos y avituallarnos.
Comenzamos a adentrarnos en la Sierra de las Albuñuelas por un camino forestal en buen estado, que al poco de iniciarse pasa junto a las ruinas de un antiguo tejar. Sólo su chimenea de ladrillo se mantiene en pie, aunque parece haber perdido algo de su verticalidad.

Continua el camino siguiendo en paralelo el curso del río de las Albuñuelas que en esta época del año carece de caudal , pero está engalanado con el vistoso colorido de las adelfas en flor con su llamativo color.

Llegamos al cruce con el camino que viene del área recreativa del Cañuelo y de la carretera de la Cabra y aprovechamos para arreglar un pinchazo y descansar un poco a la sombra del tupido pinar.

De nuevo en marcha, cruzamos la rambla arenosa y seca de las Albuñuelas y nos dirigimos al Pecho de la Galera donde volvemos a hacer una pequeña parada para comer y beber algo.

Comienzan aquí unos kilómetros de bajada con alguna incidencia mecánica, que nos internan en la frondosa Sierra de los Guájares. En unos kilómetros tomamos desvío a nuestra derecha para afrontar la temible "cuesta de la humillación", llamada así porque, debido a su extrema dureza, pone a prueba a los aguerridos ciclistas, hasta el punto de obligar a echar pie a tierra varias veces a la mayoría del grupo. La famosa cuesta tiene varios kilómetros con unas pendientes que superan el 10 %, con un firme arenoso, pedregoso y muy suelto, que unido a algunas barranqueras en las zonas más pendientes formadas por la lluvia, acaba poniendo a prueba a los ciclistas de forma inmisericorde.

Superada la temible pendiente, nos dirigimos a La Guindalera, atalaya rocosa visible desde buena parte de la Costa Tropical granadina, pasando a continuación por un excelente mirador situado sobre las localidades de Itrabo y Molvizar y que alarga las vistas hasta el Mediterráneo.

Iniciamos un rápido descenso por una pista hormigonada que nos llevará hasta las calles de Molvizar, donde aprovechamos para beber agua en la Fuente de la Reala, en la que se pueden leer estos bonitos versos:

¡MOLVIZAR
Abierta mirando al mar,
reclinada en la cornisa,
arrullada por la brisa,
Molvizar de par en par
Con ansias de navegar
en olas de serranía...
Desde el verde de su armonía
anclada al sol de su gente,
sobre el aire y frente a frente,
barco de pura alegría!

Acto seguido nos disponemos a realizar el último tramo del recorrido hasta la playa de Poniente en Motril, donde nos espera un más que merecido ágape, que pone fin a una ruta memorable.

Mi agradecimiento a mis amigos del Club Mulhacén por su invitación para realizar esta preciosa ruta.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13718333

Alfredo Molina Quesada, autor de la crónica, fotos y track y simpatizante del Club Mulhacén.